"Con un don para meterme en problemas", así se autodefinió Dennis Wise. Este centrocampista inglés, luchador en el centro del campo, rápido, con contención y con gran llegada, pero con un carácter muy difícil y muchas veces agresivo, fue uno de los jugadores más representativos de la década de los 90 en la Premier League.
Apadrinado por el divo de esta sección (Vinnie Jones) en sus primeros años en el Wimbledon, este jugador con cara de niño travieso y revoltoso, destacó por su carisma dentro del campo y así ganarse el cariño y respeto de sus compañeros, consiguiendo así ser el típico jugador odiado por todo el mundo menos por los integrantes y seguidores del equipo en el que militara. No nos extraña que al equipo londinense integrado por estos dos "corderitos" les llamaran "Crazy Gang" (banda de locos). "Wise sería capaz de provocar una trifulca en una casa vacía", así habló de él Sir Alex Ferguson, ya que el pequeño jugador era un experto en poner nerviosos a los rivales.
En el 90 pasó a militar en el Chelsea, club en el que estaría 11 años, siendo un grandísimo capitán y uno de los jugadores más influyentes de su historia. Fue el capitán de los años dorados del equipo "blue" a final del siglo XX, hasta que una agresión a un taxista en Londres en una juerga nocturna, le hizo perder la capitanía y seguidamente abandonar el club. Fue camino de Leicester donde duro muy poco, ya que agredió a un compañero del equipo en una concentración en Finlandia y fue expulsado del club. Después militó en Millwall, Southampton y finalmente en el Coventry.
No sólo se metia en trifulcas dentro y fuera del campo sino que, era un experto en declaraciones polémicas, en insultos al personal e incluso morder a rivales como a Marcelino o Savio. Ya como técnico también fue sancionado en el Leeds tras insultar a un colegiado. Wise siempre confesó que si no llega a ser por el fútbol, se hubiera dado a la delincuencia y la mala vida, debido a la clase social que tiene el barrio donde procede, que seguramente le provocó este carácter conflictivo. Su última hazaña deportiva fué como manager en el Newcastle, que todo sabemos donde ha acabado... y no va a ser menos, con el "pieza" de Wise en el paro.
Vistió 21 veces la camiseta de los "pross" intermitentemente durante la década de los 90 y estuvo presente en la Euro 2000. En definitiva, era un futbolista con mucho carácter y garra, lo que disimulaba sus enumerables defectos técnicos. Con cariño, podemos decir que Dennis Frank Wise era un "hijo puta dentro de un campo".
El verdadero problema de Burrito, era y es el alcoholismo. Tras pasar varias veces por una clínica de desintoxicación y volver a recaer una vez tras otra, en una de sus vueltas al fútbol, en 2004 fichó por Newell´s, donde parecía que iba a vivir sus últimos años de fútbol y don Ariel volvió a resurgir de sus cenizas y se consagró como campeón del Apertura.




El Real Madrid, mordía menos que otros días y defendía peor que en las anteriores jornadas. Henry, Puyol y Messi, dejaron practicamente sentenciado el clásico antes del descanso. Casi todas las jugadas de ataque del Barça se volcaban por su banda izquierda, es decir, la derecha de la defensa merengue, donde los azulgranas hicieron lo que le vino en gana, cogiendo la espalda a Sergio Ramos, sin coberturas ni ayudas. El 4 madridista fue una de las claves del partido, pero en lo negativo. Realizó un partido totalmente lamentable, llegando tarde siempre, no eligiendo la opción correcta en ninguna jugada y así los 90 minutos. Todo esto a pesar de su asistencia y su gol. Sus compañeros tampoco dieron la talla, pero demostraron algo más que su lateral derecho. Heinze, Gago y Marcelo estuvieron a un nivel paupérrimo.
Aunque marcó primero el Madrid de nuevo, fue un espejismo y Henry inmediatamente después y Messi al rato, dejaron totalmente sentenciado al Madrid. Henry que hace tiempo que disfrutaba tanto en un terreno de juego ya que Sergio Ramos no le vio la cara en todo el partido pero si su número que veía cada vez que el galo le superaba. Iniesta y Xavi, estuvieron a su nivel, tan alto como en toda la temporada, repartiendo el juego a su antojo. Messi no intervino mucho, pero cuando tuvo de frente la portería marcó la diferencia. Piqué demostró que su juego está a la altura de este equipo, reivindicándose como el mejor defensa de la liga con una autoridad y con los conceptos defensivos demasiado desarrollados, características impropias de su juventud. El 3 culé remató su partidazo con el definitivo 2-6.





Los británicos seguían detrás de la pelota y sin saber como recuperarla pero bien ordenados, solo
Los franceses con destellos de 



