Encuentro lleno de glamour el que se jugó anoche en el Emirates. Las 2 selecciones más laureadas de las historia se citaban con cuentas pendientes de mundiales del 38, 70, 82 y 94, y como anticipo al partido que se jugará dentro de unos meses en la Copa Confederaciones.
El partido empezó con un ritmo alto, aunque poco a poco se fue tranquilizando, con lo que los brasileños se sintieron más a gusto, ya que tenían la posesión del esférico. Los azzurris aparentaban estar desconcentrados, no metidos en el partido, cometiendo errores impropios de este nivel. Además Italia no parecía Italia, es verdad que con Lippi juegan más al ataque pero como no estaban cómodos, se daba buena la opción de que jugaran como se les conoce históricamente, ni eso. No apretaban al contrario, les dejaban manejarse a sus anchas, cometerían errores de marcaje, en defensa y más problemas tácticos de los que suele tener un equipo decente. Por todo esto costaba creer que los de azul eran Italia.
Todo este desorden en los europeos podía haber sido menos si el árbitro hubiera concedido un gol legal de Grosso nada más empezar el partido. Con el marcador a favor, tal vez se hubiesen planteado mejor el encuentro. Minutos después, Elano marcó el primero y un error de Pirlo lo maquilló Robinho con una genialidad, poniendo el 2-0.
Los canarinhos sorprendieron por jugar tan alegre, ya que con Dunga juegan muy defensivo y preocupados más por la táctica que por el balón, cosa que la pentacampeona no ha hecho en la vida. Pudieron cambiar su ritmo de juego habitual porque el rival le dejaba y porque su apuesta en el centro del campo, esta vez, si daba para jugar bien al fútbol. Lejos de los Mineiro o Josué, Dunga apostó por Gilberto y Melo, que llevaron muy bien el juego del equipo. El exracinguista hizo un partido perfecto, sin complicarse y siempre hacia delante. Si sigue así, será un candidato firme para la lista del mundial, en la que Elano puede ser un fijo a estas alturas, mientras que Adriano fue una sombra en el campo.
En la segunda parte el juego transalpino mejoró, pero en fé y en ataque, donde Rossi destacó como el mejor de la tetracampeona. Los laterales subieron mucho pero los defectos de la primera mitad seguían sin corregirse y los brasileños se lucieron en ocasiones. Italia atacó con acierto, pero Julio Cesar estuvo espléndido.
Al final, optimismo amarillo y decepción azul, no por el resultado, pero si por el juego mostrado.
Crónica en As.com y en Fifa.com. Goles del partido.
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