Vuelve la magia a San Mamés

Muchos años de sufrimiento han tenido que pasar para que Bilbao disfrute con su Athletic, años de verse fuera de los grandes, sin disputar competiciones europeas, hasta verse casi en segunda, con agonías para salvar la categoría. Pues por fín ha llegado ese momento, 25 años después de su último triunfo y 24 de su última final, los leones están en una nueva final. Qué mejor rival que el otro Rey de Copas, el Barça, su última víctima de aquella Copa del 84, donde consiguieron el doblete. El gran Barça de Guardiola intentará impedir que los vascos saquen de nuevo La Gabarra.

Esta temporada los leones vuelven a rugir, tras un comienzo de temporada acorde con los últimos años, llegaron las victorias apoteósicas ante Valencia y Málaga hicieron que el ambiente en La Catedral vuelva a ser grandioso.

Toda la semana Bilbao se a volcado con su equipo, vistiendo de rojiblanco sus calles. Ayer había un ambiente de fútbol impresionante en los alrededores de San Mamés, que muchos no hayan vivido nunca.

Tras las polémicas del prepartido, llegó la hora del encuentro. Los sevillistas llegaron con un 2-1 de ventaja y tras ganar en el mismo escenario hace unos días, con una exhibición de Kanouté y con un ambiente que no tenía nada que ver con el vivido anoche. El público estuvo excepcional, llevando en volandas a su equipo que arrolló a los andaluces en el primer tiempo. Los visitantes intentaron mejorar su imagen en el segundo tiempo, pero por mucho que apretaban, el Athletic consiguió su objetivo, estar en la final del 13 de mayo. Dicha final se disputará en Mestalla, pero los vascos quieren que se dispute en el Bernabeu, ya que hay mucha demanda para adquirir entradas y en el feudo madridista podran estar más seguidores rojiblancos y así emular aquella final del 84, con mismo escenario y rival.

Muchos odian a este equipo, otros lo admiran al ser tan entrañable, pero sin duda la historia y la cultura del Athletic lo hace un club esencial en el fútbol español y en la historia de este deporte.